jueves, 1 de marzo de 2012

A mí me trajo un gallo, de un París paria.

Juego con la luz que no ilumina mientras resplandecen sonrisas silenciosas. Sonando silbidos, se sienten sollozar los sueños. Algo se apaga, sinestésicamente opaco.
Fines como nuevos comienzos. Las cigüeñas también empiezan sus casas por el tejado. Un día me gustaría escuchar a una cantando. Anteponiéndose al célebre gallo, podría anunciarme tres afirmaciones. "Tus senderos de luna harán el cráter confortable". "Con todos tus actos autodesplumadores, te podrías haber construido unas alas". "Algún día dejarás de escribir planes y recuerdos y te decidirás a vivir para que otros lo cuenten".
En el diccionario de las palabras que inventé, no aparece "abandono".

miércoles, 29 de febrero de 2012

Venus inespumada.

Siempre he pensado que las historias con muy corto espacio temporal entre su inicio y su fin no podían ser demasiado interesantes. En esta en concreto han estado tan unidos que no hubo tiempo para desarrollo, que todo ardió y se fundió en una masa informe e incatalogable. Nuestro pecado se ha pasado de original, de impredecible. Al ser mortal, me ha dado vida.
Y al final, para qué me ha servido? Te he olvidado casi sin darme cuenta y sin dolor, como se olvida un paraguas cuando vuelves del espectáculo de tu vida. Fuera sigue lloviendo.
Me he marchado de tu templo pagano. Sabía que el sueño de tus boca era sólo una etapa más en este peregrinaje sin meta. No eres nada y probablemente no lo habrías sido, pero quizás debería agradecerte que le quitases espuma a mi figura de Venus. Para escapar de ti, tuve que moverme, y redescubrí que perderme es encontrar nuevos caminos.
Nunca llegaste a ser nada más que un pronombre, pero puede que estuviese equivocada. Que algunos relatos son tan intensos como bibliotecas enteras de novelas mediocres. Mediocres como las palabras que ya no estoy dispuesta a que susurres en mi oído.
No, no quiero. Y ahora puedes besar a tu novia.

jueves, 23 de febrero de 2012

Un clavo arrancado de la cruz quita otra preocupación.

Me declaro culpable de sentirme bola de helado que ansiaba ser apagada por tu fuego. Pero mi figura debería ser inimputable. Podrías perderte en la acusación o entre mis numerosas curvas. Los rizos de mi pelo, la boca que te sonríe, los ojos que se rasguean, la guitarra que suplica que acaricien sus flexibles cuerdas. Sinuosas, susurrantes, silenciosas.
Tengo unos labios tan grandes que no hace falta mucha puntería para besarlos. Pero si se curva en un NO, se acabó tu historia (Antítesis de Joyce, mis finales se cierran cercando caricias). Sólo necesitas el tacto y olfato necesario para ser de mi gusto.
Y como dicen que un clavo quita otro clavo, me he vuelto dueña de una ferretería y te he crucificado con ellos. Me siento a gusto en el papel de blasfema.

domingo, 12 de febrero de 2012

Nada y todo, guía de una galería de "arte".

No puedes imaginar cuánto ganarías si en vez de poner disculpas estúpidas para hablarme me pidieses que yo lo hiciese, pero tengo que adivinar que me echas de menos. Me empeño en dibujar líneas para hacer figurativa toda tu abstracción, pero me ciego entre tanto color indefinido, entre todas las mezclas que no combinan, entre toda la luz que ciega sin llegar a alumbrar. Quizás en esta masa informe tú no veas nada y todo sea una ilusión. No todo el mundo entiende el arte contemporáneo.
La próxima vez que tenga ganas de sentir algo en el estómago, quizás debería encargar una pizza. Enamorarse es demasiado complicado.

martes, 7 de febrero de 2012

Amo que me enseñes a aprender.

Odio tu maldita geografía sin fronteras,
huérfana de mapas.
Odio tus mares de lágrimas
y tus volcanes
sin fuego. Pero al mismo tiempo,
amo tus ríos sin nombre, tus caminos
sin meta, tus amaneceres sin luz
y sin sombra. Gama de cobres.
(nunca llegamos al dorado)
Las noches en las que no te atreviste,
siquiera, a prometerme una luna
que no estás dispuesto a mirar conmigo.
Odio tu historia sin origen y sin causas,
sin cronología, todo es consecuencias.
Odio las preguntas que no sabes contestar,
pero odio aún más necesitar respuesta
como el suicida necesita su arma,
como el alcohólico su copa,
como nada todo,
(y se hunde).

lunes, 6 de febrero de 2012

La "H" es muda. No hay "O", ni mucho menos "2".

Me asfixio lentamente por no poder respirar tu mismo aire. Me asusta perderme entre todos los pasos atrás que damos sin darnos cuenta. No tengo miedo de perderme, de no saber dónde estoy, sino más bien de no saber a dónde ir. Eres como mi misma sombra, ocultándote a la luz de la realidad, persiguiéndome allá donde voy, sin atreverte nunca a acompañarme en la oscuridad. Por eso, ahora que estoy a oscuras te confundes con la nada y con el todo, con las fronteras que nunca nos hemos atrevido a demarcar, con el aire que no compartimos.
Me ahogo siglos antes del naufragio.

miércoles, 1 de febrero de 2012

En el paraíso se reserva el derecho de admisión.

No sé si llamarla inspiración, ilusión, química o simplemente locura. Lo que sé es que TÚ me las has traído de vuelta, y creo que esta vez está aquí para quedarse.
Mientras me dices que no te gusta leer, yo te escribo en secreto. Mientras me consideras inocente, estoy renunciando a mi moral por ti. Podría ponerle nombre a los días de la semana por las cuatro palabras que me dedicaste cada uno de ellos. Si te molestases en buscarme, seguro que me encontrarías celebrando victorias de las batallas más nimias de mi vida, olvidándome de todos los motivos de verdadero orgullo que me está aportando la vida. No sé para qué ni hasta que punto quiero estar contigo, sólo sé que parte de mi salud mental depende de ello.
¿De verdad quieres volar conmigo? Entonces empieza no permitiéndole a tus pies toquen la tierra.